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‘En la sequía del 95, sí tuvimos apoyo federal’

Héctor Durán, presidente hace 30 años de la Sociedad de Responsabilidad Limitada Unidad Conchos, expresó su opinión sobre las diferencias de las sequías de 1994 y del 2024; los daños en las actividades agropecuarias en 1995, cuando fue la primera vez que no se abrieron las presas Boquilla y Vírgenes, así como el panorama que se vislumbra para el 2025, cuando si no se llenan estos embalses se volverá a repetir la historia de que no habrá ciclo agrícola el próximo año.

“Es muy diferente la situación actual con 1995, no se abrieron las presas y no nos llovió absolutamente nada, ahora de alguna manera se ha avanzado porque se tiene más infraestructura hidroagrícola, en este caso pozos profundos que nos permiten auxiliar en los riegos”, comentó de inicio.

El entrevistado señaló que esa ventaja se puede volver un problema para poder distribuirla porque es poca, para no generar dificultades entre los propios usuarios, por lo que se debe de buscar el esquema más equitativo para que la gente esté tranquila.

El entrevistado señaló que esa ventaja se puede volver un problema para poder distribuirla porque es poca, para no generar dificultades entre los propios usuarios, por lo que se debe de buscar el esquema más equitativo para que la gente esté tranquila.

“Yo mencioné en mi intervención de que se debían privilegiar los cultivos perennes (nuez) y semi perennes (alfalfa), porque en 95 no fuimos capaces de ello, porque no teníamos pozos, y el nogal se afectó porque tiene una residualidad en los años siguientes, unos cinco”, externó.

En este contexto consideró que no era necesario contemplar cultivos nuevos porque hay un riesgo muy grande en su establecimiento, porque los intervalos de riego van a ser largos, de más de 18 días y eso provocará que no haya cosecha, por eso, como dijo el presidente del módulo, Mariano Jáquez, los riegos serán de supervivencia y no productivos.

Al cuestionarle qué será de los agricultores si no se van a poder establecer cultivos el próximo año, comentó:

“Todos los agricultores sin excepción tenemos compromisos con casas comerciales de agroquímicos, refaccionarias, maquinaría y equipo, aquí es donde se debe solicitar la intervención de las autoridades competentes para salir de todas esas deudas, porque son causas de fuerza mayor, además hay que contar con los empleados con los que cuentan que al no haber trabajo buscarán migrar”. Por último aseveró:

“En 1995 tuvimos una ventaja comparativa que no tenemos hoy en día, en esos tiempos se estableció el programa Procampo, que era de apoyo a todos los cultivos básicos, en ese tiempo se tramitó de que también se diera directamente a los usuarios, sin embargo el gobierno radicó el recurso a cada uno de los módulos y se utilizó en obra civil, revestimiento de canales, y pudimos generar mano de obra que vino a beneficiar a los jornaleros”.

Fuente: El Diario

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