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Rinotraqueítis Infecciosa Bovina: Comprendiendo su impacto en la salud del ganado

La Rinotraqueítis Infecciosa Bovina (IBR), causada por el virus del herpes bovino tipo 1 (BoHV-1), afecta principalmente las vías respiratorias superiores del ganado, y se presenta comúnmente en terneros mayores de seis meses.

Provoca diversos síntomas, como fiebre alta, secreción nasal, disminución significativa de la producción de leche y, en algunos casos, aborto y encefalitis. Su prevalencia sigue siendo alta en muchas regiones del mundo, con tasas preocupantes en países como Brasil y el Reino Unido.

A pesar de los avances en vacunas, el control eficaz de la IBR requiere una inmunización estructurada, diagnóstico preciso y estrategias de vacunación a largo plazo.

Aquí enumeramos los principales puntos a tener en cuenta para entender de mejor manera este padecimiento y sus efectos.

1.- Causada por un alfaherpesvirus: El virus BoHV-1, responsable de la IBR, pertenece a los alfaherpesviridae, conocidos por causar necrosis en los tejidos.

2.- Signos clínicos comunes: Los síntomas incluyen fiebre, secreción nasal y ocular que puede progresar a mucopurulenta, y en casos graves, aborto y caída en la producción de leche.

3.- Altamente contagiosa: La transmisión del virus ocurre a través de secreciones respiratorias y contacto directo con fluidos de animales infectados, y puede propagarse hasta 4 metros por el viento.

4.- Baja mortalidad pero alta morbilidad: Aunque tiene una alta tasa de infección en los rebaños (80-100 %), la tasa de mortalidad generalmente es baja, inferior al 2 %.

5.- Coinfecciones bacterianas: La IBR frecuentemente conduce a infecciones bacterianas secundarias, especialmente en los pulmones (M. haemolytica) y los ojos (Moraxella bovis), lo que puede aumentar la gravedad de la enfermedad.

6.- Impacto en la producción lechera: Las vacas adultas infectadas con IBR pueden ver reducida su producción de leche en un 50 %, con un efecto prolongado en su rendimiento durante toda la lactancia.

7.- Forma venérea del virus: El BoHV-1 también puede causar vulvovaginitis pustulosa en las hembras y balanopostitis en los machos, con ulceraciones dolorosas en los órganos reproductivos.

8.- Estrategia de control mediante vacunación: Las vacunas marcadoras, que eliminan la glicoproteína E del virus, permiten diferenciar entre animales vacunados e infectados de manera natural, facilitando el control de la enfermedad.

9.- Recrudecimiento del virus: BoHV-1 puede permanecer latente en las neuronas ganglionares del animal, reactivándose bajo situaciones de estrés o inmunosupresión, causando reapariciones de la enfermedad.

10.- Control en países europeos: Varias naciones europeas, como Alemania y la República Checa, han implementado con éxito programas de vacunación cada seis meses para controlar y erradicar la IBR mediante la hiperinmunización.
Fuente: Ganadería.com

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