Polémica en EE. UU. por decisión de acelerar producción en plantas porcinas y avícolas

La decisión del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) de aumentar oficialmente la velocidad de las líneas de procesamiento en plantas empacadoras de carne de cerdo y pollo, bajo la administración de Donald Trump, ha generado preocupación entre los trabajadores de ambos sectores. Advierten que la aceleración en el ritmo de trabajo podría incrementar los accidentes laborales y las lesiones.
Aceleración en las líneas y eliminación de reportes de seguridad
El USDA planea actualizar sus regulaciones oficiales para que esta política se aplique de manera uniforme a todas las plantas. Además, el organismo eliminará el requisito de presentar reportes sobre seguridad laboral, bajo el argumento de que estos se han vuelto redundantes y que no existe evidencia directa de una relación entre la velocidad de procesamiento y los accidentes.
El impacto en los trabajadores
Según un reporte del periódico británico The Guardian, trabajadores y defensores de los derechos laborales alertan sobre los riesgos físicos que conlleva este cambio, especialmente para quienes tienen poca experiencia. Ya que en enero de este año, el USDA reconoció en un estudio que, si bien el incremento en la velocidad de las líneas no es el único factor asociado a lesiones, existe una fuerte correlación con un mayor ritmo de producción medido por pieza.
Organizaciones critican la decisión
Michael Payan, director de operaciones de la Red de Salud y Medio Ambiente de Sussex (SHEN, por sus siglas en inglés), con sede en Delaware y Maryland, afirmó que las lesiones son frecuentes y claramente asociadas con la rapidez en las líneas.
Bajo las nuevas reglas, los trabajadores procesarán hasta 175 aves por minuto, en comparación con el límite anterior de 140. Aunque el USDA sostiene que esta medida reducirá cargas regulatorias y permitirá a la industria satisfacer la demanda local de cárnicos avícolas y porcícolas, diversas organizaciones sostienen que pone en riesgo la salud de los trabajadores.
Un informe de 2013 del Centro Legal para la Pobreza Sureña en Alabama encontró que el 78% de los empleados en plantas avícolas consideraba que el aumento en la velocidad hacía su trabajo más peligroso.