Agregó que el sector ganadero atraviesa por una crisis que se agrava con los riesgos del gusano barrenador, lo cual se suma a los conflictos iniciales por la falta de forrajes para alimento de las reses por la falta de lluvias, por lo que la opción para mantener activa la actividad es el comercio de la carne en la localidad.
Aseveró que al ser el rastro de Tipo de Inspección Sanitaria (TIF), existen diversos protocolos que llevan a cabo especialistas para garantizar la calidad desde el momento en que se ingresan las reses a los respectivos corrales hasta el momento del sacrificio y el empaque de carne, con lo cual se descartan riesgos de contaminación en el producto.
Delgado Aguayo indicó que el ganado que se comercializa en el estado de Chihuahua, sobre todo en la región de Cuauhtémoc, proviene de puntos dentro de la entidad, excepto de una determinada cantidad del vecino estado de Durango, con lo cual dijo que son mínimas las posibilidades de la entrada de reses de Chiapas, que es donde se detectó un caso de gusano barrenador.
Respecto a la capacidad que tiene el Rastro para sacrificios de reses, Antonio Delgado afirmó que en un periodo normal se realiza la matanza de 115 vacas diariamente, por lo que se cuenta con la suficiencia en espacio y equipo para atender el posible aumento de sacrificios, que insistió, podría ser mayor durante los primeros meses del año 2025.
Cabe señalar que en la conclusión de la administración 2018-2021 e inicios del periodo 2021-2024, se detectaron una serie de irregularidades en el manejo de los recursos del descentralizado, por lo que a partir del año 2023 se efectuaron algunos ajustes, entre ellos el ingreso de Antonio Delgado al frente del Rastro, destacando que a la fecha se ha logrado mejorar el área administrativa a grado de recuperar su autosuficiencia financiera.
Nota original: El Heraldo de Chihuahua