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“Los problemas logísticos para exportar aguacate fresco nos dieron la idea de hacerlo congelado”

La demanda de aguacate procesado y congelado está creciendo, impulsada por consumidores que valoran opciones saludables, prácticas y con una vida útil más duradera.

Con sede corporativa en Ciudad de México y producción en Michoacán, Grosla es una empresa mexicana que ha apostado por la exportación de guacamole congelado y pulpa de aguacate. Fundada hace cinco años, su propuesta responde a una necesidad concreta, ofrecer un producto que conserve frescura y calidad a pesar de las complejidades logísticas de la exportación.

“Empezamos tratando de exportar aguacate fresco, pero nos enfrentamos a muchos problemas; el producto llegaba dañado. Así nació la idea del aguacate congelado”, relata Laura Grostieta Rodríguez, representante de la empresa.

Actualmente, Grosla exporta principalmente a Singapur y Malasia, mercados que representan cerca del 60% de sus envíos, mientras que el 40% restante se destina a Estados Unidos. Sus productos principales incluyen pulpa natural, guacamole tradicional y una versión picante con habanero, elaborados con recetas propias. “Nuestras mezclas son únicas y no usamos conservantes. El congelado permite una vida útil de hasta un año”, explica Laura. La versatilidad del producto lo hace atractivo para restaurantes, hoteles, e incluso industrias cosméticas.

La empresa exporta entre 3 a 6 contenedores semestrales, aunque las cifras pueden variar según la temporada. Durante los meses de octubre a diciembre, el precio del aguacate sube y con él la demanda del producto, mientras que el resto del año permite precios más competitivos. “Cuando el producto está más barato, nuestra producción sube y las ventas aumentan”, indica Laura. Esta flexibilidad les permite adaptarse a los ritmos del mercado sin comprometer la calidad.

Uno de los puntos fuertes de Grosla ha sido la implementación de tecnología HPP (procesamiento por alta presión), que junto al proceso de congelado, garantiza la seguridad alimentaria y extiende la vida útil sin alterar las propiedades del aguacate. “Todo está en el empaque y la tecnología. Esto hace que el producto mantenga frescura y sabor sin añadir químicos”, destaca Laura.

Entre las dificultades, la empresa enfrenta limitaciones de capacidad en planta ante picos de demanda y los clásicos problemas logísticos como demoras en puertos o desconexión de contenedores. Sin embargo, la colaboración con un freight forwarder les ha permitido optimizar rutas, reducir riesgos y ofrecer un servicio más eficiente.

“Con la mira puesta en nuevos destinos, participamos recientemente en una feria internacional donde generó contactos de interés en Europa y América Latina. Tuvimos interés de Italia, España, Alemania, Chile, Colombia y Argentina. Queremos llegar a todo el mundo”, afirma entusiasmada.

“Este modelo de negocio no solo genera valor económico para México, sino que también tiene impacto positivo en las comunidades productoras de Michoacán. Al mantener la transformación del producto en origen, se fomenta el empleo local y se reduce el desperdicio. Además, al exportar el producto ya procesado y empacado, se minimiza la huella ambiental vinculada al reempaque y transporte”, sostiene Laura Grostieta.

 

Para más información:Laura Grostieta Rodríguez
Grosla
México
Tel.:‪ +52 55 3979 6714‬
[email protected]
www.grosla.com.mx

© FreshPlaza.es / Diana Sajami

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