Hasta el mes de mayo y durante los meses de intensa sequía de 2020 y 2021, se perdieron en el estado más de 24 mil cabezas de ganado, de acuerdo con un reporte de la Secretaría de Desarrollo Rural.
Los municipios de mayor afectación resultaron Balleza con 2 mil 500 animales muertos por las condiciones climáticas, le siguen Guadalupe y Calvo con 2 mil cabezas de ganado perdidas y en tercer lugar Urique, con 1 mil 500.
No solo municipios serranos sufrieron afectaciones, pues en algunos desérticos como Nuevo Casas Grandes se registraron perdidas 1 mil 024 cabezas de ganado, en Ojinaga 1 mil, en Janos 954 y en Manuel Benavidez 900.
Las afectaciones se observan con mayor claridad por regiones, por ejemplo, en la zona compacta de la región sur se registran 2 mil 650 cabezas de ganado muertes, correspondientes 1 mil 100 a Matamoros, 650 a Santa Bárbara, 600 a Parral y 300 a San Francisco del Oro.
La región noroeste también resulta una de las más afectadas con la pérdida de 3 mil 588 cabezas de su hato, donde aparte de Nuevo Casas Grandes y Janos, municipios como Ascensión perdieron 645 cabezas, Casas Grandes 415, Buena Ventura 350 y Galeana 200.
En Ignacio Zaragoza se reportan 600 ejemplares de ganado bovino muerto, en Gómez Farías 700, en Nonoava 600, Moris 650, Ahumada 500, Chínipas 500, Coyame 600, Guerrero 300 y Madera de 500 a 850.
En total, son 50 los municipios en donde la dependencia reporta una significativa disminución del ganado, pero especificó que se trata de un aproximado cuya cifra exacta se encuentra en construcción para fines del manejo de seguro catastrófico.
Si bien, la mortandad de animales se registró hasta mayo, la recuperación del sector a partir de las lluvias de junio se reflejará hasta 2022, y en el año actual se resiente el fuerte golpe económico a una de las mayores actividades productivas de las regiones chihuahuenses, la ganadería.
Fuente: El Diario
