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Cae derrama económica del sector lechero

Se desplomó 46% la derrama económica del sector lechero en la Asociación de Pequeños Productores en Meoqui, Guadalupe Gómez Cárdenas, integrante de la organización, explicó que en el 2020 se contabilizaban hasta 25 millones de pesos, de los cuales hasta un 90% se quedaba en la región por semana, pero en el mes de octubre del 2021 solo se estiman 13 millones de pesos y se adquieren forrajes en otros lugares buscando mejores precios.

El impacto de la sequía, el incremento de precios en insumos y muchos otros factores han provocado que se sigan presentando problemas para los pequeños productores, que además están desapareciendo, pues el año pasado eran cerca de mil 300 y actualmente han dejado de trabajar al menos 270 establos.

Gómez Cárdenas, integrante de la Asociación en Meoqui, señaló que muchos han desistido por desesperación, pues no pudieron sobrevivir al problema que se presentó hace meses, en donde Liconsa se desfasaba varias semanas en los pagos al sector social, incluso en el mes de julio se habían ido al rastro un promedio de nueve mil cabezas de ganado lechero.

Indicó que espera que todo comience a mejorar porque la industria láctea está pagando a 8 pesos con 40 centavos, ya con los servicios de enfriamiento y el traslado, “nos viene quedando en ocho pesos, pero para eso hay que meterles buen alimento y concentrados, para poder alcanzar los parámetros que piden, que son iguales a los de Liconsa”.

Dijo que a principios de 2020 entraban hasta 25 millones de pesos semanalmente y que se quedaban “aquí mismo por la compra de forrajes e insumos, ya a mediados de octubre de 2020 bajamos a 17 millones por semana y ahorita de plano bajó demasiado, estimamos que andamos en 13 millones de pesos en octubre 2021, pensamos que un 90 % se quedaba en la región”, recalcó.

Destacó que el costo de los forrajes se dispararon al 100%, por ejemplo un costal de concentrado valía entre 130 pesos de buena calidad, ahorita anda arriba de los 300 y que fue en el mes de mayo del 2020 cuando se detectó que comenzaron a elevarse los precios, “porque supuestamente había poco y la situación se agravó más cuando empezamos a batallar por la sequía”.

“También los coyotes nos están matando, porque ellos compran forrajes, porque tienen el dinero para adquirir lo suficiente y después nos los venden a precios mucho más altos, por ejemplo si quiero comprar  a los mismos compañeros agricultores, no podemos porque no tenemos el capital de inmediato y los coyotes sí pueden”, señaló.

Fuente: El Diario

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